El príncipe Carlos de Inglaterra confía en que se le aprecie «un poquito más» cuando se haya ido al otro mundo, según confiesa en declaraciones a la cadena de televisión norteamericana CBS con motivo de su próxima visita oficial a Estados Unidos. En la entrevista, que se difundirá próximamente, el hijo de Isabel II se queja de que la gente desestima con demasiada facilidad sus puntos de vista y le critica cuando expresa lo que piensa de asuntos que siente muy próximos a su corazón. Carlos, de 56 años, cuyo amor a la agricultura ecológica es harto conocido, asegura que ha intentado siempre llevar sus ideas a la práctica, invirtiendo el dinero necesario, según un resumen de sus declaraciones que publicaba ayer el diario vespertino «The Evening Standard».
El heredero al trono británico lamenta las dificultades de hacerse oír, porque, «si dices algo, la gente, inmediatamente, va a comentar que tú puedes hablar muy bien» desde la posición que ocupas, por lo que «es muy fácil desestimar cualquier cosa que digas. Yo me he visto arrojado (al nacer) en esta posición particular, y estoy decidido a aprovecharla al máximo», señala Carlos, que, según quienes le rodean, se siente incomprendido por sus compatriotas y por la prensa de este país, que califica con frecuencia sus opiniones de «excéntricas».
Mientras, como si de la otra cara de la moneda se tratase, su hijo, el Príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona británica, mostraba su lado más afable jugando al fútbol con un grupo de niños del equipo Charlton Athletic. El Príncipe Guillermo sustituirá en mayo a su tío, el duque de York, como presidente de la Asociación Inglesa de Fútbol.
El heredero al trono británico lamenta las dificultades de hacerse oír, porque, «si dices algo, la gente, inmediatamente, va a comentar que tú puedes hablar muy bien» desde la posición que ocupas, por lo que «es muy fácil desestimar cualquier cosa que digas. Yo me he visto arrojado (al nacer) en esta posición particular, y estoy decidido a aprovecharla al máximo», señala Carlos, que, según quienes le rodean, se siente incomprendido por sus compatriotas y por la prensa de este país, que califica con frecuencia sus opiniones de «excéntricas».
Mientras, como si de la otra cara de la moneda se tratase, su hijo, el Príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona británica, mostraba su lado más afable jugando al fútbol con un grupo de niños del equipo Charlton Athletic. El Príncipe Guillermo sustituirá en mayo a su tío, el duque de York, como presidente de la Asociación Inglesa de Fútbol.
Fuente: ABC
No hay comentarios:
Publicar un comentario